¿Y
la voz de Quijano?
Estimados
compañeros de Brecha:
Brecha, heredera de
Marcha. Marcha, la extraordinaria creación de Quijano. Quijano,
quien en 1930 propuso en el parlamento la eliminación de las fuerzas
armadas, se opuso al aumento del presupuesto militar, y fue un
consecuente antimilitarista toda su vida. Mucho antes que el gobierno
de Figueres hiciese algo apenas parecido en Costa Rica.
Óscar Arias, presidente
de Costa Rica, manifestó la opinión de que Uruguay debería
eliminar sus fuerzas armadas, porque no tenemos enemigos o peligro de
invasión que las justifiquen. Y aquí hay quienes dicen que es una
“intromisión”. Lo dice la misma gente que al mismo tiempo
discute en el parlamento una declaración sobre lo que ocurre en
Cuba. Y al mismo tiempo que, por el voto de la misma gente en ese
parlamento, se participa en una fuerza de ocupación militar en
Haití. ¿Tendrán los haitianos derecho a opinar sobre la política
militar de Uruguay, o sería eso una inaceptable intromisión de
ellos en nuestros asuntos?
Creemos que es
imprescindible una discusión seria sobre el tema de fondo, y la
heredera de Marcha sería el primer lugar en que esa discusión
debería ser planteada.
¿Necesita Uruguay
fuerzas armadas? ¿Para qué? ¿Contra qué enemigos?
Cuando esta discusión se
planteó cuando el primer gobierno de Sanguinetti la derecha saltó
como resorte: “Esa es una maniobra de los Tupamaros, suprimir las
fuerzas armadas para luego apoderarse del poder por la violencia”.
¿Dirán hoy lo mismo?
Dice Mujica que las
fuerzas armadas cargan una pesada mochila del pasado y que es
necesario ¡crear el AFECTO del pueblo por “sus” fuerzas armadas!
Quien carga la pesada
mochila de estas fuerzas armadas inútiles para la defensa
territorial, es el pueblo uruguayo que paga un millón de dólares
diarios por el presupuesto militar, que se resta a las necesidades
más carenciadas: educación, salud, vivienda, inversión pública
productiva. Y el presidente todavía pretende aumentar más ese
presupuesto militar.
Fuerzas armadas que
siguen sin responder por su terrorífica deuda con la sociedad. Y el
mismo presidente se empeña en buscar mecanismos para que esa
situación se perpetúe. ¿Aceptaremos aumentar todavía más el
presupuesto militar, y que ADEMÁS sigan cobijando criminales de lesa
humanidad?
¿Cuál ha sido el rol
real de las FFAA en nuestro país? ¿Cuál es el rol que se les
quiere asignar, por ejemplo por gente como Lacalle? ¿No son acaso
los pequeños “estados-tapón” como el nuestro los que han
seguido el camino de la supresión de las FFAA? ¿Han tenido
problemas de defensa, o han tenido ventajas en la supresión de ese
gasto inútil? ¿Qué balance sacamos sobre la vergonzosa
participación de Uruguay en las llamadas “misiones de paz”?
¿Acaso no se ha servido directamente a una mayor penetración
ilegítima de los yanquis en Haití?
Esta discusión no
empieza hoy. Hay precedentes importantes, y muchos actores han
opinado al respecto con distintas posiciones. Pero también han
opinado –dolorosamente- los hechos.
Hoy es inaceptable que
nuevamente se vuelva con los planteos sobre “militares
nacionalistas” o “progresistas” o de “unidad nacional” con
los “soldados de la patria”. Más inaceptable aún que vuelvan
con lo mismo, los mismos que de esa misma manera colaboraron ayer
con la maniobra confusionista del terrorismo de estado emergente. ¡Y
que hoy le quieran endosar a esa institución terrorista no solo la
deuda sino además nuevos créditos!
Si estas páginas son de
alguna forma herederas de las páginas de Quijano, queremos que sobre
este tema hable Quijano:
"No creo de
ninguna manera en la utilidad y necesidad del actual ejército
nacional, que me parece una organización retrógrada y reaccionaria;
y me parece que el mantenimiento de esa organización, a base de
sueldos altos conspiraría contra el progreso del país... mi
posición es radicalmente contraria a este presupuesto, para ir a la
supresión del ejército nacional”.
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